Por Diego Auger
¿Qué es una Vieja Velociraptor?
Quiero partir aclarando que la Vieja Velociraptor, es mucho más que un personaje, me refiero a que hoy en día esta señora representa un concepto, y si me apuran, un estilo de vida.
La Velociraptor, adopta su nombre por la rapidez con que corre por alcanzar un asiento desocupado en el metro, la que se asemeja al método de persecución de los viejos animalitos prehistóricos sobre sus presas.
La Velociraptor, adopta su nombre por la rapidez con que corre por alcanzar un asiento desocupado en el metro, la que se asemeja al método de persecución de los viejos animalitos prehistóricos sobre sus presas.
Siguiendo esa lógica, no es descabellado decir que todos estamos irremediablemente destinados a convertirnos en una Velociraptor en algún momento.
Existe un período en la vida de las mujeres, en donde no se sabe si es joven o anciana. La velociraptor frecuentemente corresponde a ese rango de edad, probablemente entre los 35 y 50 años.
Viejas Velociraptor, orígenes:
Recuerdo algunos momentos de mi infancia, estimo que entre los 4 y los 6 años. Y así como todas las tardes mis vecinitos me llamaban para salir a jugar, la hora de entrarse era dada por el paqueo de la vieja de mierda que se ponía a mojar la calle y a nosotros. Esta vieja es considerada también la sapa por excelencia de la cuadra, nada escapa a sus dotes detectivescos tipo CNI. Los tiene a todos identificados.
Hay un evento que llega a mi memoria frecuentemente, es probable que fuera unos días después de navidad, tenía una bicicleta nueva y necesitaba estrenarla. Ahí estábamos, mi inocencia sobre dos ruedas versus la eñora esta y su manguera, batalla de titanes. Tristemente no resulté vencedor aquel día, por evitar ser víctima del agua sucia que nos arrojaba giré bruscamente en dirección a un perro, frené estúpidamente solo con la rueda delantera y me dí una vuelta digna de Tomás Gónzalez haciendo gimnasia, aún conservo esa cicatriz en el hombro por el asfalto y en mi espalda por la bicicleta sobre mi frágil cuerpo. Desde ese día hasta que me cambié de casa hubo una guerra constante entre los niños del pasaje y esa señora, mala volá.
Estas personas tienen la esencia de la Velociraptor en su frío corazón, estas personas son el origen de las Velociraptor, las Velociraptor originales, sin lugar a dudas.
Velociraptors en el trome:
Años viajando en el metro todos los días, siempre en hora punta. Después de haber vivido en el infierno hecho transporte público, después de perder la dignidad con los roces inevitables y de sufrir con los olores de dudosa reputación de los cerdos culiaos la gente, me siento capacitado para hablar de las Velociraptor del Metro y cómo lidiar con ellas.
Como dije anteriormente, el origen etimológico de nuestras enemigas está en su manera de acechar y atacar un asiento vacío y su similitud al depredador de Jurasic Park.
Hace un par de días ocurrió el fenómeno de navidad, yo tuve un stand en una feria navideña en un sector popular de Santiago, por lo que debí ir todos los días al Barrio Meiggs para abastecerme de mercadería para la noche, es increíblemente desagradable toparse con ellas en esas fechas por una serie de razones, las cuales todas están conectadas entre sí:
1. Grandes Bultos: Meiggs es el lugar de compras tanto para la señora que le compra los juguetes al broca cochi como para la que va a hacer negocios. De cualquier manera cuando salen de ahí, lo hacen con una cantidad considerable de bolsas repletas, incomodidad para todo aquel que la rodea en el querido vagón.
Metro desde Baquedano hacia abajo |
2. Sudor: Estás pegado a la puerta del tren, nadie baja, solo sientes que cada vez hay más gente y la señora frente a ti está más cerca tuyo. Cuando pensabas que nada te podía incomodar más que el juguete de la bolsa de la señora en tu entrepierna, comienzas a sentir un hedor extraño, una suave brisa que no deleita precisamente tu nariz, sumado al calor y a la falta de ventilación, combinación terrible. Hay gente que no se ducha, está claro, pero no puedo crucificar a alguien por oler mal después de las caminatas eternas que se dan bajo el sol en los barrios comerciales. Aguantarse hasta que te toque bajar y debas luchar para salir es la única opción válida.
Woody con progeria |
Descansa en pez |
Me va a dar un soponcio |
4. Paranoia: Para quienes estamos acostumbrados a transitar por los barrios comerciales no es sorpresa encontrarnos con los típicos lanzas, he sido víctima y no ando llorando por las calles. Sin embargo, estas señoras se sienten el centro del universo y creen que todo aquel que la mira más de medio segundo la asaltará, situación que se agrava si es que tu no eres precisamente blanco y rubio. Puede que esté bien cagado de plata, pero eñora, no le voy a andar robando el juguete del cabro chico, el calendario de felipito y las chalas Zico, osea jelou.
Mil likes para este luchador de la vida |
Pienso en esto que llamo "Paranoia Racial" y se me viene a la mente inmediatamente el incidente heroico del que fue partícipe hace un par de días el Senador Espina. Aparentemente él frustró un portonazo del que sería víctima, según sus palabras "Uno de los que detuve tenía un arma bastante grande, pero los enfrenté y uno de ellos se me escapó. Detuve a uno y dijo que estaba haciendo deporte" (Fuente: Publimetro).
Me conmueve el sentido de la justicia que tiene este sinvergüenza noble trabajador público, sin duda un ejemplo a seguir en sus casas. Ahora, cada vez que veamos un rotito caminando fuera de tu hogar, acechando a tu familia, detengámoslo, acabemos con la delincuencia, pues hombre. Un chiste, a lo menos. Entonces esto abre paso a una interrogante mucho muy importante: ¿Es el Senador Espina una Velociraptor? La respuesta está dentro de nuestros corazones, depende de ti encontrarla.
Es hora de combatir. ¿Qué hago?:
- Evadir sus ataques: Esta vieja está armada, las bolsas y los codos funcionan para ella mejor que las cuchillas y las pistolas para los flaites. Cuídate de no salir lastimado en el intento y podrás disfrutar un buen viaje.
- Piensa como Velociraptor: Cuando se abran las puertas del vagón, tienes que estar muy atento. La premisa aquí es detectar a la Velociraptor antes que ella te vea a ti, anticípate a sus pasos. Lo que nos lleva al último paso para conseguir la victoria frente a nuestro enemigo.
- Se una Velociraptor: Suena terrible. Tristemente es verdad. La manera más efectiva de ganarle a una vieja de estas, es ser una versión propia de Velociraptor. Sentarte en el asiento desocupado, evitando que sea ocupado por alguien que no lo necesite. No importa si alguien viene cansado, tu estás ahí. Las viejas arderán en la rabia viéndote sentado en ese lugar y vociferarán hasta el cansancio, eso solo alimentará tus ganas de seguir cómodo. Pero llega el momento de volver a ser humano, alguien realmente necesita sentarse, ya sea una embarazada, un discapacitado o una abuelita, le das el asiento y sabes que hiciste tu buena acción del día. El mundo vuelve a su curso normal, y la Vieja Velociraptor no se pudo sentar en tu puesto. Ha vencido el bien.
Así concluyo el primer blog del 2016, muchas gracias a quienes leyeron esto y a los que leyeron el capítulo anterior. Espero subir el siguiente pronto, un besito.
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